A lo largo de los años, los relojeros y artesanos de Audemars Piguet han ido más allá de todos los límites técnicos y teóricos de su oficio para crear mecanismos cada vez más exigentes y diseños innovadores.

Al principio siempre hay una idea. Una silueta nueva, un juego de perspectivas y de volúmenes, una sabia combinación de líneas y de curvas que el diseñador expresa en el papel. La idea, convertida en boceto, inicia entonces un largo periplo hasta convertirse en una realidad tangible.

Estos esbozos iniciales evolucionan hasta incluir los detalles técnicos para precisar las proporciones y dimensiones exactas. A lo largo del proceso de creación, el diseñador colabora estrechamente con los equipos técnicos y de desarrollo para tener en cuenta las posibles limitaciones técnicas y preparar la pieza para el movimiento que albergará.

Boceto de un reloj Royal Oak Concept
Descomposición de un reloj Supersonnerie

A partir de estos bocetos embrionarios, el diseñador pasa del lápiz al ordenador para modelizar el objeto en tres dimensiones. A medida que se expresan, cada vez con mayor realismo, los colores, materiales, luces y relieves, puede trabajar virtualmente en el objeto a tamaño real para perfeccionar cada detalle.

Con objeto de completar el proceso de diseño, se realiza un prototipo de cera antes de que la oficina técnica traduzca el producto gráfico en términos de producción. A continuación se crea un prototipo final en materiales nobles, a fin de optimizar cada detalle. Solo entonces puede empezar la producción del reloj.

Prototipo de cera de una pulsera de reloj