La Fundación Audemars Piguet lleva desde el año 1992 contribuyendo a la causa de la preservación de los bosques de todo el mundo mediante iniciativas de protección medioambiental y sensibilización de la juventud.

El Consejo de Administración de la Fundación Audemars Piguet está presidido por Jasmine Audemars, hija de Jacques-Louis Audemars, quien creó la Fundación en 1992.


La Fundación sostiene a lo largo y ancho del planeta diversos proyectos gestionados por entidades sin ánimo de lucro y ONG con objeto de ayudar a las comunidades a preservar una forma de vida y una cultura respetuosas con su entorno.

Estos proyectos pretenden poner en marcha un círculo virtuoso de desarrollo sostenible, en colaboración con las poblaciones implicadas, a fin de sensibilizar a los jóvenes, preservar los conocimientos ancestrales y promover las competencias que permitan alumbrar un futuro sostenible en mejores condiciones.

La Fundación ya no acepta nuevas solicitudes de financiación para 2023. A partir de 2024, invitará a las entidades susceptibles de recibir apoyo a enviar su solicitud. Por consiguiente, cualquier solicitud espontánea de financiación no podrá ser atendida favorablemente y no será estudiada, salvo durante el periodo comprendido entre el 1 de septiembre de 2024 y el 15 de octubre de 2024, para proyectos que se inicien a partir de junio de 2025 y conforme a las modalidades definidas por la Fundación (disponibles a partir de la primavera de 2024).

fondation@audemarspiguet.com

 

Logotipo de la Fundación Audemars Piguet

Una comunidad rural motivada es la mejor defensa contra el deterioro de la biodiversidad. Esta máxima de la ONG suiza ProAct Network ha guiado la realización de un proyecto financiado por la Fundación Audemars Piguet en Ranobe, al sudeste de la isla.

Diez espacios naturales considerados prioritarios se beneficiaron de un programa de replantación de variedades tradicionales. Los productos obtenidos de estas tierras rehabilitadas, un programa de ecoturismo y la creación de puestos de trabajo para realizar las cosechas han permitido aumentar los ingresos de los beneficiarios del programa.

Hombre caminando por la playa con la marea baja

En Cerrado, una extensa sabana devastada por la minería, las quemas y los monocultivos, la Fundación Audemars Piguet financia la creación de viveros familiares, así como un ciclo de formación para jóvenes agricultores.

Estas iniciativas forman parte de un programa promovido por Entraide Protestante Suisse (EPER) cuyo objetivo es ayudar a las familias a recuperar la biodiversidad de sus tierras y salir de la espiral de pobreza.

Niña en un patio sucio

Plantar doce mil árboles para frenar la erosión del terreno y el agotamiento de las fuentes, facilitar productos frescos a las familias, construir 200 hornos de madera de bajo consumo y dispensar formación a quinientos jóvenes mediante talleres pedagógicos: esta ha sido la contribución de la Fundación Audemars Piguet a un programa global en El Salvador de One Drop, la ONG de Guy Laliberté, fundador del Cirque du Soleil.

Mujer con un pepino en plena cosecha en El Salvador
Hombre dando explicaciones sobre un árbol a un grupo de niños.

El proyecto de la ONG Humana People to People empezó con la creación de viveros en diez ciudades distintas de la Haryana y de Madhya Pradesh.

La plantación, que llevaron a cabo los niños, estuvo acompañada de programas temáticos realizados por profesores formados especialmente en el marco del proyecto. Participaron más de diez mil niños.

Los adultos también se integraron en el proyecto a través de diversos actos animados por los profesores y los alumnos.

Hombre posando frente al signo de la colaboración entre Audemars Piguet y el pueblo suruí para reconstruir su legado forestal.


Por medio de la fundación suiza Aquaverde, la Fundación Audemars Piguet financió la producción de más de cien mil plantas en cinco viveros gestionados por el pueblo Surui.

El pueblo Surui, que estuvo al borde de la extinción tras su primer contacto con extranjeros en 1968, cuenta actualmente con poco más de 1.300 personas, que trabajan con determinación en la reconstrucción de su patrimonio forestal, pilar de un modo de vida que une tradiciones ancestrales y gestión moderna.

Puesta del sol junto al agua

A petición de la "Asociación de pescadores y mariscadores de Balantacounda", la Fundación ha financiado la replantación de manglares en el río Casamance para recuperar la fauna piscícola.

En una región en la que la desertificación gana terreno, el primer eje del proyecto ha sido recrear islotes de vegetación en un suelo regenerado por la presencia de árboles. Los dos mil árboles han sido confiados a quinientos huérfanos. Cerca de doscientos voluntarios formados por unos cuarenta jefes de proyecto han garantizado un apoyo a estos huérfanos y han animado los talleres: cuidado de los árboles, poda, y también información sobre el SIDA, consejos de salud y de nutrición.

Cuatro niños con brotes de árboles en las manos en Namibia
Vista desde el aire de Mónaco

Este fue el primer proyecto de la Fundación, la repoblación de este promontorio rocoso con vistas a Mónaco y que constituyó toda una proeza para los técnicos forestales franceses: seis mil pinos de Alepo, de unos veinte centímetros de alto, se plantaron manualmente en estas laderas escarpadas asoladas por grandes incendios en 1986 y 1989.

Para permitir la reconstrucción de la biodiversidad original, se excavaron hoyos de unos cincuenta centímetros de profundidad en la roca para implantar islotes de garriga.

Señal «Rose Marry Nursery» frente a una casa de campo y un huerto.


En las estribaciones del Himalaya, la región de Nainital está amenazada por el éxodo rural. La ONG "Humana People to People" ha replantado veinticinco mil árboles y arbustos para estabilizar las terrazas y revitalizar las fuentes. La medida se complementa con talleres de gestión del agua y de redescubrimiento de los métodos de agricultura tradicional.

En los bordes de los campos se ha plantado romero, una hierba muy apreciada en las ciudades y que aporta ingresos adicionales a los campesinos.



La Tapada de Mafra, antigua reserva de caza real a 40 km al norte de Lisboa, fue devastada casi en su totalidad por un incendio en 2004.

Tras limpiar el terreno de toda la madera calcinada, los responsables de la Tapada replantaron principalmente alcornoques allí donde no era previsible una reforestación natural. Cada plantón se rodeó de una protección contra los numerosos animales que volvieron a la Tapada tras el incendio. Un "camino didáctico Audemars Piguet" recuerda hoy la participación de la Fundación en la recreación de este entorno natural.

Árboles jóvenes protegidos por estructuras de metal en el bosque
Árboles plantados en macetas en un jardín


Tras la tormenta de diciembre de 1999, el Parque del Gran Trianón quedó yermo y de él emergían algunas construcciones de piedra.

Tras un estudio de diez años realizado por el arquitecto jefe de los Monumentos históricos, el proyecto de reconstrucción del jardín para devolverlo a su estado de 1704 estaba prácticamente a punto. Con la Société des Amis de Versailles, socio del proyecto, la Fundación ha financiado la replantación que ha permitido recuperar la Salle Triangulaire tal y como la veía el visitante en 1704.

Hombre con ropa tradicional huichol señalando al horizonte en México

Los caminos de peregrinación huichols son una verdadera «universidad itinerante». El camino situado al este de Zacatecas, que atraviesa biotopos únicos amenazados por la urbanización y por la agricultura intensiva, ha sido declarado reserva natural con vistas a su inclusión en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Personas con ropa tradicional kikuyu caminando por un huerto en Kenia

Este proyecto de la UICN, financiado por la Fundación, vela por la conciliación del turismo y del desarrollo sostenible asociando las actividades con la población local. Este ha permitido la creación de un curso de formación para guardas y guías de la fauna y la implantación de una señalización de los itinerarios autorizados en las colinas del territorio Kikuyu.

El Museo de la Madera del Arboretum de Vallon de l’Aubonne alberga una colección única de herramientas y de objetos antiguos. Se trata de una institución privada que ha solicitado a la Fundación que financie las vitrinas del nuevo espacio creado en una antigua granja. Estas nuevas vitrinas están destinadas principalmente a una colección dedicada a la tonelería, una importante actividad de la Vallée del Joux durante los siglos XVI y XVII.

Fachada del Musée du Bois
Huerto con diferentes tipos de árboles en zanjas


La «Hong Kong Society for the Protection of the Children» cuida de más de 2.500 niños menores de 12 años en 25 instituciones especializadas.


En diciembre de 1998, una cena de gala permitió reunir los fondos necesarios para una acción de sensibilización de estos niños para la protección de los bosques. En la primavera de 1999, un grupo de niños participó en la plantación de «sus árboles» en terrenos de la sociedad. Estas nuevas zonas verdes, muy valiosas en esta ciudad tan urbanizada, se han convertido en lugares de esparcimiento y permiten a los niños seguir el crecimiento de un parque arbolado.


La asociación de ayuda infantil "Aide aux Enfants" de Ginebra gestiona siete hogares para niños de la calle en Colombia. Cada año, busca padrinos para financiar el funcionamiento de estas estructuras de acogida.
En el intercambio de apadrinamiento de la Fundación se ha elaborado un programa de sensibilización infantil sobre el medio ambiente totalmente nuevo para el país y destinado a ser utilizado en los 7 hogares de la Asociación.

Hombre dando información a un grupo de personas con la misma camisa.
Chalé suizo en el bosque

Para marcar los 130 años de la Manufactura Audemars Piguet, la Fundación ha financiado un «Sendero de descubrimiento» en el bosque del Risoud, una de las joyas de la Vallée del Joux. A lo largo del camino que parte de un refugio forestal, diez paneles explicativos ayudan a descubrir las particularidades de la flora, la fauna y la topografía del gran bosque del Risoud.

Sendero en el bosque

El jardín botánico de Nueva York, en el Bronx, incluye un bosque de 16 hectáreas y es lo que queda del bosque primitivo que se desbrozó para construir la ciudad. La Fundación Audemars Piguet ha participado en la financiación de un proyecto para realzar el valor de este ecosistema preservado en pleno centro urbano

Hombres presentando un proyecto en el exterior en Tailandia


Durante la creación del Parque de Pang Sida en 1982, los habitantes de los pueblos cercanos vieron cómo se les escapaban los territorios del interior.

La WWF Tailandia ha creado un ambicioso proyecto de formación para unos sesenta guardias, responsables locales y profesores centrado en el diálogo y en la sensibilización para la defensa del medioambiente.

La creación de un grupo de dirección del proyecto a largo plazo garantizará que tanto los habitantes como la riqueza natural del Parque salgan muy beneficiados.

La práctica totalidad de árboles frutales de tronco alto del Ajoie (cantón del Jura) fueron arrancados durante la tormenta de diciembre de 1999. Varias especies autóctonas estaban amenazadas de desaparición si no se llevaba a cabo una intervención urgente. Los 80 árboles del Arboretum financiado por la Fundación constituyen un banco de datos genéticos de un valor incalculable. Estos permiten seguir luchando contra la desaparición de especies rústicas indispensables para el mantenimiento de la biodiversidad única del vergel del Jura.

Personas caminando por un sendero en el campo
Pontones en un estanque y un barco cruzándolo

El programa es el primero que propone a los niños una sensibilización sobre la conservación del ecosistema lagunar.

Fotografía de un grupo de niños y un adulto con inscripciones en chino detrás

Gracias a la financiación de la Fundación, el centro de formación de WWF International en Pequín ha formado a 300 educadores.


Para celebrar su décimo aniversario, la Fundación Audemars Piguet ha financiado el primer «International Evergreen Broad-leafed Forest Culture Symposium», un congreso de especialistas de la selva tropical, acompañado de actividades de sensibilización para los niños y la publicación de obras pedagógicas.

Grupos de niños han plantado árboles en la zona y han probado los talleres de sensibilización sobre medioambiente ofrecidos a todas las clases interesadas.

Tres niños con redes de pesca en el bosque
Plano de reserva natural en Malasia


El Parque de Kuala Selangor abarca cerca de 320 hectáreas. Este manglar protegido atrae especialmente a aves migratorias que encuentran aquí un punto de etapa protegido.

A petición de los responsables, y para encauzar la presión de los visitantes, la Fundación Audemars Piguet ha financiado la señalización de todo el parque.

El aceite de la vaina de Allanblackia, se utiliza en la industria agroalimentaria y cosmética. Este puede representar una diversificación interesante de los recursos de las comunidades rurales.

Anciano y cuatro niños detrás de él
Hombres trabajando con máquinas en un campo

En la Vallée de Joux no queda ninguna línea de alta tensión a la vista: en una primera fase, la Fundación participó en la financiación de la creación de líneas eléctricas de alta tensión soterradas alrededor del Lago de Joux.

Posteriormente, subvencionó el soterramiento de las líneas eléctricas de media tensión que cruzaban los pantanos altos de importancia nacional del valle del Orbe.

Para celebrar los 125 años de la Manufactura se ha lanzado un concurso de ideas entre los colaboradores. Este ha culminado con la asignación de subvenciones por parte de la empresa a diez instituciones que trabajan con niños con problemas.

Entre dichas instituciones figura el Centro de nutrición de niños de la calle en Can Tho (Vietnam), dos instituciones de la Vallée de Joux, una guardería y una institución de acogida para niños discapacitados y la ONG francesa «A chacun son Everest», que organiza cursos de montañismo para niños que padecen cáncer.

Fotografía grupal de adultos y niños con globos

Restablecer una relación con los bosques basada en el respeto

Dos hombres con ropa tradicional kogui en Colombia

La Fundación ha financiado el establecimiento de una docena de familias en tierras adquiridas por la ONG Tchendukua, que se dedica a la defensa de los indios Kogis.

Su misión es recrear la biodiversidad de estas tierras, agotadas y contaminadas por la agricultura intensiva o desertificadas a causa de los defoliantes utilizados en el marco de la lucha contra las drogas.

La Escuela de Agricultura de Changins ha creado una especialidad de castaño indígena para tonelería y ha solicitado a la Fundación que financie la creación de la certificación "Terroir chêne". Cada castaño comercializado para tonelería se cotiza a más de diez veces del precio habitual para carpintería o construcción. Esta certificación ayuda a la conservación de los bosques suizos de castaños.

Hombre trabajando en una tonelería
Dos hombres indígenas rellenando documentos en Ecuador.

A raíz de una petición de organismos autóctonos (indios Shiwiar y Zaparas) para encontrar medios para conservar la biodiversidad y valorizar por sí mismos sus territorios, la Fundación ha financiado, bajo la supervisión de la ONG Arutam, la formación de ecoguardianes en 20 pueblos. Esta formación, reconocida por las autoridades, se ha reforzado con la clasificación de los bosques de estos pueblos como "reserva forestal habitada", según las normas en vigor en Ecuador.

Fotografía de barco de tres pisos en Perú

Financiado por la Fundación Audemars Piguet, el «Selva Viva» recorre la Amazonia peruana al servicio de los indios establecidos a lo largo del río, los mejores protectores de la selva amazónica.

Para su construcción, realizada siguiendo las técnicas tradicionales, la ONG francesa ARUTAM ha contado con personas sin empleo de Iquitos.

El barco realiza misiones científicas de censo de plantas de la farmacopea tradicional, permite los intercambios entre pueblos indios y, varios meses al año, alberga viajes de turismo solidario que financian la actividad de la embarcación.

La finalidad del proyecto de la UICN financiado por la Fundación Audemars era aumentar los ingresos de los apicultores mediante la creación de una cooperativa. El proyecto ha permitido la creación de talleres de fabricación de panales tradicionales, unos conocimientos que se han perdido con el paso de los años. En lugar de talar árboles como se ha estado haciendo en las últimas décadas, los apicultores pueden recolectar de nuevo la miel de sus panales sin dañar el bosque.

Tres hombres observando a una mujer trenzar una colmena tradicional